El 27 de octubre, los alumnos de la materia de física CCH, nos enfrentamos en una carrera de prototipos de coches de carreras. Se basó en crear un prototipo e ir creando un concepto de marca. Además del prototipo teníamos que diseñar un logo, un póster y el atuendo de nuestro corredor. Nuestro piloto debía ser alguno de los superhéroes que habíamos creado en un proyecto anterior.
El tiempo fue limitado, los ingenieros (nosotros) teníamos que explotar nuestra creatividad y conocimientos en distintas áreas para generar un coche que funcionara. El proceso fue complejo, tuvimos que desarrollar una idea base y de ahí investigar cómo el prototipo podría funcionar mejor ya que había una carrera en juego. Tuvimos que utilizar nuestro conocimiento sobre diferentes conceptos de física para lograr el mejor desempeño de nuestros vehículos. Conceptos como masa, propiedades físicas de los materiales, inercia, velocidad, fuerzas en la estructura, etc., tuvieron que ser tomados en cuenta para el diseño final de nuestros vehículos. Y no solo eso,…, teníamos que hacer que todo cuadrara dentro de nuestro concepto de marca.
La carrera se llevó a cabo en frente de la cafetería. Con instrumentos del laboratorio registramos tiempos y distancias. Utilizamos una rampa ya que nuestro vehículo todavía no cuenta con un sistema que lo impulse. Como todo buen experimento tendríamos que repetirlo por lo menos tres veces, por lo que habría tres carreras.
El día de la carrera la tensión se sentía. Todos los equipos querían que su vehículo ganará.
El público estaba emocionado, hicieron sus apuestas y los coches corrieron. Después de sacar los resultados, el equipo de Carlo Marines y Sebastián Dahlhaus ganó. Era un prototipo minimalista diseñado como si fuera una beluga (animal en el que habían basado su super héroe).
Durante la carrera el grupo recopiló datos, los organizó en tablas y elaboró gráficas. Utilizamos fórmulas para estimar velocidad y aceleración. Es decir, se realizaron todas las actividades académicas de una práctica de laboratorio pero en un contexto más cercano a la realidad y mucho más divertido. Además del reporte de laboratorio tuvimos que elaborar una presentación en donde se recopiló toda la evidencia de las diferentes etapas del proyecto.
Esta actividad nos ayudó a explorar conceptos físicos de una manera más creativa y sencilla. Generó una emoción y una curiosidad que nos llevó a desarrollar otras habilidades como colaboración, adaptabilidad, resolución de problemas, comunicación efectiva, etc., sin sentirlo.
Alumna L6
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