Por María Alejandra Palacios, maestra de G2.
En una de nuestras clases de matemáticas, los estudiantes de segundo grado han estado trabajando con entusiasmo en la práctica de dobles de números entre 1 y 50. Esta actividad, más allá de ser una simple memorización de hechos numéricos, es una práctica productiva, donde los estudiantes no solo automatizan resultados, sino que también reflexionan y descubren regularidades matemáticas importantes.
A través de juegos, desafíos y ejercicios estructurados, los alumnos han comenzado a identificar patrones como que el doble de un número impar siempre resulta en un número par, o que el doble de un número termina en cero cuando el número original termina en cinco. Estas observaciones surgen naturalmente cuando los estudiantes se enfrentan repetidamente a cálculos similares y comienzan a buscar atajos o explicaciones más profundas.
Consolidar el trabajo de los dobles hasta el 50 permite a los alumnos fortalecer su cálculo mental y desarrollar estrategias que usarán en operaciones más complejas. Al mismo tiempo, el intercambio de ideas fomentan el trabajo colaborativo, el pensamiento crítico y la comunicación matemática.
En resumen, trabajar los dobles en este contexto ha sido una oportunidad rica para que los estudiantes no solo practiquen, sino que también piensen, argumenten y descubran las matemáticas.
Por ello acompañamos todas las actividades con preguntas y propuestas para desarrollar el aprendizaje de los alumnos, como escribir y representar con bloques base 10 en su pizarra el doble de algunos números:
También preguntamos qué estrategia podemos utilizar para calcular los dobles sin la representación de los bloques base 10, principalmente cuando la cifra de las unidades es superior a 5.
En estos casos, una estrategia muy eficiente es utilizar la descomposición. Por ejemplo, para encontrar el doble de 37 calculamos primero el doble de 30 (60), después el doble de 7 (14) y finalmente sumamos estos dos valores para encontrar el total (60 + 14 = 74).
Al finalizar las actividades de práctica de dobles, los estudiantes resuelven un trabajo escrito en el que registran lo aprendido y reflexionan sobre su proceso. Es en este momento cuando muchos de ellos reconocen, que han estado practicando el proceso de multiplicar por 2. Este descubrimiento les permite conectar lo aprendido con conceptos más amplios de la multiplicación, fortaleciendo así su comprensión y sentido numérico.
“Al lanzar el dardo, la puntuación es el número indicado en cada sector o su doble si el dardo está en la zona de color más oscuro. Cada jugador tira 3 dardos y suma las puntuaciones que obtuvo”.
La puntuación más alta que se puede conseguir es 162 (54 + 54 + 54).
Profesora G2
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