¡Las emociones son como las olas del mar!
Van y vienen a lo largo del día, algunas son menos intensas y pasan, otras son más intensas y se quedan, convirtiéndose en estados de ánimo. Es importante que no las etiquetemos como buenas o malas. Todas las emociones son necesarias.
Las emociones son la manera natural en la que los seres humanos reaccionamos a lo que ocurre a nuestro alrededor. Todos y todas tenemos emociones, no las reprimamos ni nos sintamos avergonzados y avergonzadas por algunas de ellas.
El manejo de las emociones es la capacidad de reconocer y regular las propias emociones para promover el bienestar personal y social, el aprendizaje y el logro de metas. Sin embargo, cuando no se manejan o canalizan adecuadamente, pueden llegar a ser un obstáculo. Guardar nuestras emociones no nos hará sentir mejor. Son muchos los beneficios de aprender a manejar apropiadamente las emociones; implica saber que todas las emociones, incluso las desagradables, pueden ayudarnos a lograr nuestras metas.
A medida que niñas, niños y adolescentes van creciendo, y luego llegan a la adultez, su cuerpo y cerebro experimentan grandes cambios y es natural sentir que hay emociones nuevas o más intensas que aparecen y desaparecen. Hay muchas maneras de sentir y de expresar lo que nos pasa: conversar con nuestras amistades, familia o personas cercanas. También podemos escuchar música, bailar, dibujar, cantar, escribir, reír, llorar.
Los estudiantes de G4 estarán trabajando las emociones como parte de la UDI 2, ya que serán autores de su propio cuento en el que darán “vida” a sus personajes, identificando las emociones de cada uno, pensando en situaciones concretas donde las emociones podrían ser manifestadas a través de su cuento y proponiendo acciones que los lleven a un manejo adecuado de las mismas. Contentos crearon su “Monstruo de las emociones”, identificando cómo se sentían al momento de crearlo, le dibujaron una cara representando esa emoción y la explicaron.
Titular de Español en G4